Son una condensación de pensamientos repetitivos que acaban bloqueando el cuerpo.
¿Cuántas veces nos despertamos cansados o pasamos el día con la sensación de no estar allí? Y, sin embargo, la noche debería ser un momento para reconectar con nuestra alma.
Las heridas no resueltas nos provocan reacciones intensas y nos induce a repetir patrones de comportamiento antiguos.
Desbloquea nuestra inmovilidad interior, los muros que hemos construido a nuestro alrededor con hábitos y condicionamientos que inevitablemente solidifican nuestro ser interior.
Somos el resultado de la unión entre nosotros mismos y la matriz de nuestros padres, es ella que hemos venido a buscar para que nos ayude a avanzar.
Nuestra respiración revela quiénes somos y cómo vivimos, revelando cualquier resistencia y bloqueo emocional. Superar la guerra interior superando las dificultades para expresar los deseos por miedo a perder el amor de los demás.
Descubrir el mundo más allá del velo de la muerte nos permitirá crecer y ayudar a los que nos dejan.
Arraiga nuestros cuerpos sutiles para estar libres de manipulaciones, ganchos y parásitos energéticos.
La vida es un cambio constante. Nos llama constantemente a cambiar para evolucionar...
I Nadis cruzado del tercer chakra, aprende a acompañar los estallidos de ira y tristeza.
Regular la función del chakra, facilitando la pacificación y la capacidad de dar y recibir.
Para el desarrollo y crecimiento de las terapias, haciéndolas convertirse cada vez más en parte de nosotros mismos, que son un regalo para una forma de vida, de ser y de curación.